Buen día,
Que las mañanitas de abril son buenas de dormir, es sabido. Pero no sé por qué son mejores que las de mayo, junio o febrero. Dormir de mañanita es una afición que no hay que limitar. Cuando se tiene vocación se tiene, sin cuotas de tiempo.
No es servidor un adicto a las prorrogas encamadas, cuando abro el ojo salto a la cafetera. Y lo abro más bien pronto. En realidad me da pereza dormir. Es esa sensación de tiempo perdido y de estar entre un paréntesis de consciencia lo que me molesta.
Y esto -dirán ustedes- a mi qué me importa. Llevan razón, pero me he despertado con un desbocado instinto asesino y me apetecía acabar con el mito de las mañanitas de abril.
Las mañanitas que me gustan son las que cantaba el Rey David. Y con su música de fondo le voy a preguntar a Google lo de las matinales abrileñas.
Feliz día
No hay comentarios:
Publicar un comentario