Buen día,
El 9 de mayo, domingo, día de Europa.
No tenia ni idea, me he enterado por un anuncio en la radio. Me he quedado igual, no me he emocionado; y eso, el desinterés, me parece lamentable. Soy penoso.
En fecha que no recuerdo, allá por los lejanos ochenta, leí una noticia en la que se hablaba de la `moneda única´. Estaba con un amigo:
-Eso es la leche, imagina...¡de qué, eso no puede ser!
-Mira, si le han puesto nombre: Ecu. Es provisional, pero ya han bautizado a la niña.
Luego la rebautizaron, euro, y pudo ser. Y a ritmo de la novena sinfonía, estrenada tal cual hoy de hace 194 años en Viena, nos montamos en la Oda a la Alegría europea a la espera de los unificados euros centroeuropeos. De centroeuropa llegó una lluvia de moneda única y construimos AVEs, carreteras, hospitales y nos emborrachamos de Europa unida. ¡Qué grande es Europa, qué enorme es la Unión! Hasta que llegó la crisis.
Con la crisis, con al necesidad de echar una mano a una de las regiones de la Unión, Grecia, con la perspectiva de paralizar la construcción de los AVEs españoles para auxiliar a los `unionistas´ más pobres, se pone a prueba el inquebrantable espíritu europeo.
En los malos tiempos es cuando sabemos si la Oda alegre se vuelve melancólica.
Buen fin de semana.
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