Hola, buen día.
El gabacho, un 18 de julio, se acercó a Bailen para reclamar unas tropas de refuerzo que tenia pedidas y no llegaban. El general francés que entraba al pueblo y el general español que salia, ¡sorpresa!. Quedaron para batallar al día siguiente, 19 de julio de 1808, en las puertas de Bailén. La kedada ha llegado hasta nosotros como la famosa `Batalla de Bailén´. Les dimos de capones a los franceses hasta que soltaron los croissants que estaban mojando con el chocolate caliente, los muy brutos; con la que cae en Julio en Jaén. Ahí parece que estuvo el secreto: en la caló.
Las tropas españolas guerreaban en casa (se oían cánticos de soy español, español, español...) y tuvieron el apoyo del público en forma de suministro de agua, tanto para los soldados como para los cañones, que no veas el calentón que me pillaron de tanto disparar bolas. Al enemigo, ni agua. El francés, seco, los cañones ardiendo...un desastre para los chicos de Napoleón.
Recuerden que Napoleón fue el mismo lumbreras que envió sus tropas a conquistar Rusia...en invierno. Se le congelaron los pobres soldados, claro. Todas las crónicas coinciden que el Bonaparte era un lince en las cosas de la guerra; y lo era, lo era. Pero en esta vida con dos resbalones que tengas te cargas decenios de trabajo bien hecho. La fama y el buen nombre, ¡qué sutil y quebradizo!
La de Bailén fue la primera batalla importante que perdió Napoleón y el espuelazo con el que nos venimos arriba y ganamos una guerra contra todo pronóstico.
Lo negativo: no supimos quedarnos con los nuevos aires que traían las tropas napoleónicas: las ideas de la revolución burguesa. ¡Somos la leche!
¡Feliz semana!
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