Llevo unos días que me cuesta salir de la cama. Mañanitas que siento muy buenas para dormir.
-De dormir, son buenas de dormir -me rectifica Margarita Ricchi- Y es que es Abril, jefe.
-¿Y? -reconozco que a veces parezco bobo, por no decir gilipollas-
-Cómo que ¿y?, a veces pareces bobo, por no decir gilipollas. El refrán, Jota, las mañanitas de Abril. La magia de Abril. Te lo conté hace años, abrilear. Hasta con música.
Clik-clik. Repite la gramola
Hace ya algunos abriles, Margarita me leyó el pensamiento, escarbó en mi alma y le puso voz a lo que yo no me atrevía decir. Abril se siente, y más se siente su ausencia; me contó Margarita que yo sentía. "Abril, recuerdos en lista de espera que sueñan volverse reales una mañanita de primavera", me dice la Ricchi que pensé y no dije.
Aún quedan mañanitas de primavera.
Aún podemos abrilear.