Para entrar en la isla de Guacombo hay que resolver antes una
adivinanza:
¿Qué es la lluvia en Sevilla?
A Guacombo se accede
por un largo puente levadizo que comunica la isla con el continente y que solo
baja cuando se adivina el acertijo. Muchos
son los que quieren cruzar el puente; hombres y mujeres, jóvenes y viejos,
santos y pecadores, ricos y pobres. La autoridad sin identificar que
gobierna Guacombo es la encargada de
organizar por grupos el salto a la isla. Unos días pueden intentarlo los
contables zurdos prejubilados, otro las embarazadas virtuosas en el canto
gregoriano. Y así. Pero un día, un amanecer después de una noche de alcohol y
putas, la autoridad sin identificar que gobierna Guacombo convocó a los ex. Ex, sin más. La autoridad, gobernanta
de día y borracha de noche, no calibró la pujanza de la traición. Todos somos
ex de algo; todos, conscientes o no, hemos abandonado lo que éramos, hemos
traicionado un presente anhelando un futuro mejor. Así fue como cientos, miles, cientos de miles
de personas se arremolinaron delante del puente a la espera de que una voz
anónima les hiciera la pregunta uno a uno, dentro de una cabina insonorizada:
¿Qué es la lluvia en Sevilla?
El plazo para resolver la adivinanza se redujo de cinco horas
a cinco minutos, lo que aceleró considerablemente el tráfico de hombres,
mujeres, niños, ancianos y jóvenes. Todos, ex
de algo. Corrió por todo el reino el rumor de que los ex podían optar a entrar en la isla de Guacombo, y de todo el reino
llegaron los que antes fueron otra cosa, con el propósito de entrar en la isla. Cada
día llegaban miles de aspirantes a cruzar el puente, pueblos enteros se
encaminaron a Guacombo. Primero las aldeas y luego los ciudades se despoblaron,
sus habitantes caminaron días, hasta meses para llegar a la puerta de Guacombo.
Ya eran millones lo que esperaban para entrar a la isla. La autoridad temía que
la isla se hundiera al entrar todos los que esperaban hacerlo, por lo que tomó
dos medidas que consideró muy acertadas: la primera fue fusilar sin juicio previo al funcionario que convocó
la entrada a la isla con el único requisito de ser 'ex'; la segunda medida, por la que se felicitó así
mismo el sanedrín de la autoridad, fue crear un Mesías, un líder que guiase al populacho.
Instruyeron al Mesías para que dijera lo que la masa quiere oír, para que les
prometiera maná, descanso por no hacer nada, comida y bebida sin límite y sexo
gratis. Un paraíso de justicia e igualdad donde las Copas de Europa se ganaban
por orden alfabético y todos los club de fútbol recibían de oficio un
campeonato de liga. Y solo el Mesías los podía guiar; para ello sopló una flauta
y sonaron notas hipnóticas que atrajo a todo el que la escuchó. Llegó hasta un extremo de la isla seguido
de millones de ex en busca de una
nueva vida. Allí se detuvo, subió a lo alto de un monte y así les habló a sus seguidores:
-¿Queréis quedaros en Guacombo?
-Siiii...-gritaron millones de gargantas-
-Pues responder a la pregunta: ¿Qué es la lluvia en Sevilla?
-¡¡Una maravilla!!!
-¡Más alto! -clamó el Mesías- ¡subir, elevaros para que yo
pueda oíros bien...!
Los seguidores del Mesías se miraron sonrientes, entrelazaron
sus manos para formar una cadena, llenaron sus pulmones de aire y tomando
impulso se elevaron de un salto todo lo alto que pudieron. En el instante en
que quedaron suspendidos en el aire antes de volver al suelo, gritaron ¡¡una
Maravilla!!, expulsando todo el aire de sus pulmones y cayendo de vuelta al suelo.
Eran millones, todos a una. Cayeron en un claro del extremo norte de la isla, y
lo hicieron con tanta fuerza que la tierra crujió bajo sus pies, el golpe rasgó
el suelo y una esquina de la isla se desgajó del resto formando un pequeño
islote, tan pequeño que no cabían todos los ex,
tan endeble que comenzó a naufragar como una patera en medio de una tormenta.
El líder alzó los brazos, pidió calma y conminó a sus seguidores a cantar todos
juntos:
¡Cantad, cantad hermanos. Alzad la voz de la justicia...!
Y cantaron
Aserejé ja de je
de jebe tu de jebere
seibiunouva majavi
an de bugui an de güididípi
Aserejé ja de je
de jebe tu de jebere
seibiunouva majavi
an de bugui an de güididípi
Aserejé ja de je
de jebe tu de jebere
seibiunouva majavi
an de bugui an de güididípi
Millones de personas cantaban y movían sus brazos y piernas
compulsivamente. Aserejé, ja, de je. El
líder dirigía le espectáculo balanceando sus manos con los ojos entornados. El
agua inundó la tierra, atrapó los pies de los ex y fue subiendo por sus piernas, cintura, pecho...y los niños
dejaron de cantar, después enmudecieron sus madres y sus padres...y desapareció
el islote bajo las aguas...y glu, glu glu...el mar se tragó a millones de 'ex',
de traidores a ellos mismos.
En un rincón de la isla de Guacombo, en un pequeño prado
donde siempre es primavera, se reunió la autoridad sin identificar, se miro
satisfecha así misma, y dándose golpecitos a su propia espalda, comentó entre
sonrisas silenciosas:
Después de cinco mil años sigue funcionando el timo del
Mesías...
(Que sea, el 15, un año libre. Un saludo a toda la comunidad
bloguera que tanto he descuidado. Especial mención a Esilleviana, por
preocuparse por mi silencio. Y a Jose Antonio Gracia, por las collejas virtuales
que me ha pegado)
Vaya con el Mesías...
ResponderEliminarMe dejo caer por aquí después de tanto tiempo porque hoy por alguna extraña circunstancia mi jefe a decidido que merezco descansar después de tirarme casi 3 meses trabajando de lunes a sábado unas 16 h al día, y hasta tengo que dar las gracias porque aun no me ha tocado los domingos y las fiestas. Estaba ya harto del pasado y dichoso 2014 y tengo la vana esperanza que el nuevo año sea un poco, solo un poco mas llevadero y de tener solo un poco, un poco mas de tiempo libre. Estoy agotado, de veras y lo que mas siento es no poder disfrutar de la compañía de mis queridos amigos blogueros. Te deseo un buen año 2015. Paz.
Gracias, Sheol, No perdamos la esperanza, el 15, ya sabes, es 'la niña bonita'. Confiemos que sea un año bonito.
EliminarUn abazo
Me gusto mucho tu blog tiene mucha personalidad, te animo que sigas adelante con este poder creativo que tienes.
ResponderEliminarUn saludo
Eva